Me siento inmensamente agradecida de pertenecer a la gran familia Bravo, ya que me ha dado la oportunidad de sacar adelante mi familia, lo que me impulsa día tras día entregarme a mis labores con el mismo amor y entusiasmo que desde mis inicios en la empresa hasta la actualidad.
Le doy gracias primeramente a Dios y luego a cada una de las personas que han hecho posible mi existencia en dicha empresa, a mi gerente, subgerente, supervisores y colaboradores en general.
Para concluir, le doy gracias a la familia Bravo por tomar en cuenta todo mi esfuerzo y sacrificios que le he brindado durante estos años, y le exhorto a mis compañeros de labor a entender que hacer un buen trabajo, da sus frutos.